Simonne Ramain nació en Francia en 1900 y falleció en 1975. Una meningitis que la afectó en plena adolescencia hizo que debiera abandonar sus estudios. Las recomendaciones médicas de la época la instan a llevar una vida limitada, enfocada en el trabajo manual y evitando los esfuerzos intelectuales.

¿Cómo no quedar atrapada en los efectos de la enfermedad? ¿Cómo liberar el cuerpo del estrés de la enfermedad? Este es el primer campo de investigación de Simonne Ramain. Por lo tanto, la mayor parte su trabajo está arraigado en su deseo de existir y resistir contra el determinismo de los médicos después de su grave enfermedad: encontrar en uno mismo lo que está ”  vivo” .

Cuando aún no tenía 20 años – y debido a problemas económicos de su familia- tuvo que partir a trabajar a una fábrica, sin preparación ni entrenamiento. En este nuevo entorno, Simonne se encontraba “torpe, incompetente e incapaz de resolver problemas. Le dificultaba manejar las máquinas, comprender las órdenes de los jefes y las conversaciones de sus compañeros”.

Es a partir de su experiencia de vida personal y profesional que Simonne Ramain se involucra en una investigación que durará toda su vida. Su deseo de ampliar el alcance de su investigación la lleva a trabajar con personas muy diversas: ciegas, disléxicas, con trastornos neurológicos o psicológicos.

En ese momento, alrededor de 1930, todavía no se hablaba del “método Ramain”, sino de los “ejercicios de la señorita Ramain”. Su trabajo con neurólogos, psicólogos, pedagogos, y un poco más tarde con la Dirección de las Escuelas de la Cámara de Comercio de París, hizo necesario avanzar en un esbozo de conceptualización de sus trabajos. Fue entonces en la década de 1950 que todos los ejercicios de Ramain tomaron el nombre de “Método Ramain”.

Simonne murió en 1975, deja un trabajo considerable, desafortunadamente poco conocido en los círculos de formación y educación. Sin embargo, las propuestas derivadas de su trabajo están en el centro de las preocupaciones actuales de la vida personal, social y económica de lo que se conoce como “vida moderna”.

¿Qué nos inspira de Simonne Ramain?

El enfoque de Simonne Ramain se basa en la premisa de que el ser humano no está terminado y, por lo tanto, siempre se puede perfeccionar. La perfectibilidad es la capacidad del individuo para progresar de manera ilimitada a partir de las “potencialidades del sueño que la experiencia despierta”.

El enfoque de Ramain es una pedagogía que:

• Consiste en crear, a través de sus ejercicios, situaciones complejas, en las que el progreso se hace por ensayo y error. Permite hacer, lanzar y atreverse.
• Requiere una atención que incluye también la autopercepción y planificación de la tarea.
• Tiene en cuenta la totalidad del ser: dimensión intelectual, motora y emocional, todo en relación con su entorno.
• Ofrece una apertura a sí mismo y hacia otros: se basa en la confrontación de situaciones inusuales y complejas, el abandono gradual de los prejuicios, hábitos, estereotipos y conduce a una mayor tolerancia.
• Necesita un compromiso de un facilitador que guía la experiencia pedagógica sin imposiciones

Por lo tanto, es una pedagogía de la relación , en el sentido de que pone a la persona en relación con sus emociones, su corporalidad, sus funciones cognitivas, sus representaciones y su entorno. Pero también es una pedagogía que, a través de la integración de las experiencias propuestas , posibilita la estructuración de la persona .