Las escuelas post-confinamiento

Desde marzo del presente año, sin duda alguna, nuestras vidas cambiaron probablemente en 360°. El confinamiento trajo consigo una serie de nuevas dinámicas que se vieron reflejadas tanto en el hogar, en la forma que tenemos de interactuar con otros y, por supuesto, en la educación. Hemos visto cómo los procesos educativos han cambiado. Algunos de ellos pasando de salones de clases a plataformas digitales, que han tratado de dar un soporte a los diferentes procesos de aprendizaje. 

Hoy en día comienza aparecer una pregunta que probablemente las escuelas tendrán que revisar en el marco de un desconfinamiento que tarde o temprano llegará. Es decir ¿Cómo el sistema educativo tanto a nivel macro como micro, abordará un posible retorno a clases? ¿Estarán las escuelas preparadas para este retorno, tomando en cuenta las diferentes medidas de seguridad que habrá para ello? Si es que esa pregunta esta respondida de forma positiva o en realidad tienen sus dudas, los invito revisar el documento “Medidas para la creación de entornos protectores de cuidado y recreación para la infancia y adolescencia en el post confinamiento” lanzado por UNICEF, en colaboración con la organización Ciudades Amigas para la Infancia. Este documento de 23 páginas, sin duda alguna, puede darnos algunas orientaciones sobre la protección, pero también el desarrollo integral de nuestro niños, niñas y adolescentes. Dichas orientaciones empezarán a tomar un protagonismo importantísimo en el contexto de la post – pandemia.

Al leer el artículo, nos podemos percatar que se sustenta bajo los principios de igualdad, desarrollo e inclusión de todos los niños/as como sujetos de derecho a la recreación, al crecimiento y, por supuesto, a la protección. Los 4 pilares que fundamentan estas orientaciones y que pudiesen ser un marco referencial para los diferentes escenarios son los siguientes: entorno seguro y protector a nivel físico; entorno seguro y protector a nivel socio-emocional; entorno seguro y protector al nivel del equipo (adultos conscientes) y entorno seguro y protector del nivel de protagonismo y participación infantil.

El primer pilar, “entorno seguro y protector a nivel físico”; sin lugar a duda, está tomando mayor importancia hoy en día, la seguridad física de nuestros estudiantes se transforma en uno de los ejes centrales del quehacer educativo, es por ello que se indican una serie de medidas orientadas hacia aquello y que probablemente pudiesen ir en concordancia con lo que puedan emanar de los diferentes organismos de salud. 

El segundo pilar, pero no menos importante, es el “entorno seguro y protector a nivel socio-emocional”, es aquí  donde los adultos cumplimos un rol fundamental, ya que debemos generar espacios donde los menores se sientan a gusto, seguros y puedan interactuar con otros niños, sin olvidar las medidas de seguridad que son tan necesarias.

Las recomendaciones que aquí encontramos nos pueden ayudar tanto en lo ambiental y como también en lo humano. Es importante precisar también que el sistema educativo tendrá que dedicar un tiempo importante al reencuentro, al estar y al revincularse con otros. Esto, teniendo siempre presente que un cerebro que se encuentra motivado y entusiasta, es un cerebro que efectivamente puede aprender más. 

Los últimos dos pilares del documento “entorno seguro y protector al nivel del equipo (adultos conscientes) y entorno seguro y protector del nivel de protagonismo y participación infantil”, nos hablan de cómo los profesionales de la educación deben tomar conciencia de la importancia que tiene el ser niño y niña, tanto de la protección afectiva, la salud mental y la adecuada información que se debe manejar sobre el COVID-19. Así mismo, de manera específica, el último pilar de protección nos invita a pensar en actividades de participación de los alumnos, tanto a nivel de diseño de actividades, como también en la ejecución de las mismas.

Invito a todos aquellos que trabajan con la infancia y adolescencia- tanto en escuelas como en otros organismos- a revisar este documento de UNICEF, el cual se diseña y se escribe bajo el paraguas de la Convención sobre los Derechos del Niño y que, sin duda, nos puede ayudar en un retorno seguro y protector para todos. Por último, quiero recordar la importancia de que todas las medidas que se implementen en las escuelas, busquen el desarrollo integral de sus estudiantes, poniendo especial énfasis en el desarrollo socio-emocional de toda la comunidad.

Marcos Escobar Torres

Asesor en psicopedagogía y salud mental escolar de Fundación Simonne Ramain

Profesor de Educación Diferencial

Magíster en Psicopedagogía 

Diplomado en Problemas Emocionales y del Comportamiento en la Infancia y la Adolescencia.